martes, 16 de marzo de 2010

"Hispano, hispano, hispano..."


Ha tenido que pasar tiempo para que por fin podamos ver a Alonso sentado en el cockpit de un Ferrari. Ha tenido que pasar tiempo para que por fin veamos a Alonso dominando, como no puede ser de otra manera, la Formula uno. Ha tenido que pasar y hemos tenido que ver como Lewis Hamilton, con ayuda de Glock, birlaba un mundial a Felipe Massa de manera indigna. Pero para colmo de males ha tenido que pasar que estando Alonso a los mandos del mejor coche que se ha construido nunca, tengamos que leer comentarios en los que desde el primer dia se pone en duda las capacidades de Fernando y se diga que la victoria del domingo reza unica y exclusivamente a las grandes virtudes del coche y no de las manos del piloto.

Bien, hay que ser bien burro o ignorante del deporte del automovilismo para no darse cuenta de que Bahrein es un circuito de piloto, no de coche, en el que priman principalmente las virtudes del piloto en detrimento de la velocidad punta del coche. Si alguno de los que estos dos últimos dias han criticado la actuación del piloto asturiano, hubiesen cogido alguna vez un coche de carreras, sabrian valorar lo que fué una victoria sin paliativos. Pero en este pais tenemos la virtud de envidiar todo aquello que desconocemos, y por ende, de menospreciar lo que no conocemos.

De lo sucedido en Bahrein podemos destacar que Fernando Alonso hizo una carrera perfecta. Ya en la salida le come el sitio a su compañero, poniendose a su rebufo, pasandole y ganandole la posicion en la primera curva y adelantandole en la tercera, poniendo de manifiesto a su compañero y a su equipo, ya desde la primera curva del primer gran premio, quien es el que manda en este negocio.

Una vez superado a su compañero, procedió a perseguir a Vettel, que el sábado habia conseguido el mejor tiempo, gracias principalmente a que su Red Bull es un coche rápido y manejable que es muy competitivo en circuitos virados y esto, junto a la gran virtud que posee el alemán para el pilotaje, lo convierten en un rival muy digno para Alonso.

Pero el caso es que este año se han juntado el mejor coche con el mejor piloto y el resultado es que como tengas la desgracia de ser el primero y detrás tengas a este tandem terrible, lo mas facil es que o bien cometas uno o dos fallos, como cometió Vettel despues del cambio de neumáticos, o bien que el coche diga basta por que no es capaz de superar el ritmo del coche rojo, cosa que le pasó al Red Bull a unas 15 vueltas del final.

Una vez superado al alemán, Alonso lo "único" que tuvo que hacer fué tirar como un poseso y poner tierra de por medio con el resto de rivales: su compañero Massa, que fue segundo, y Lewis Hamilton, que fué tercero. Y asi paso, el último tercio de carrera fue un paseo militar para Fernando y su bolido.

El final, apoteósico, Fernando llegando primero a meta, y sus nuevos mecanicos alucinados de que en la primera prueba de fuego, el coche y el piloto venciesen y convenciesen a la gran mayoria de aficcionados que si entienden que esto es un deporte y de que el que gana siempre es el mejor.

Y este es el resultado:

Italia y los italianos rendidos a los pies del que esta llamado a ser el mejor piloto del mundo y de la historia de la F1.